Escrito por: Manuel Dávila Jaramillo
En el marco de la inauguración de la refinería de Dos Bocas, han visualizado la rentabilidad desde el punto de vista del costo y del tiempo en que va a iniciar operaciones, pero no en cuanto a la capacidad de petróleo crudo por parte de Pemex.
Mis observaciones:
La capacidad de refinación de Pemex será, al término del 2024, de 2.5 millones de barriles diarios (incluida la reconfiguración de una planta de Cangrejera), mientras que la producción de petróleo crudo, es de casi 1.7 millones de barriles. Menos que en el 2018.
Para hacer “viable” a la Refinería de Dos Bocas, se necesitaría de lo siguiente:
1. Restar refinación a las demás refinerías, lo que las hace más ineficientes.
2. Importar petróleo, con lo que no nos quitaríamos de la dependencia externa.
3. Dejar de exportar petróleo, con lo que se comprometerían las finanzas de Pemex y de México.
4.Incrementar la producción de petróleo, a 3.5 millones diarios, para solventar los 2.5 millones para refinar y un millón, para exportar, cosa que no se logrará ni en este sexenio, ni en el siguiente.
Si tomamos en consideración de que la tendencia mundial es la de disminuir el uso de los combustibles fósiles y de que la refinación en México ha arrojado pérdidas cuantiosas, jamás se logrará que esta refinería sea viable. Dos Bocas, está destinada al fracaso. Nació muerto el bebé.
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